Me saludaron con gran efucividad y yo sin perder tiempo les ofrecí mis juguetes. Ella es Miriam, y resultó tener maestría en esto del armotodo o "lego" en términos españoles, me hizo un robot que mis papás nunca habían hecho.
El es David, cien por ciento Palentino y gran amigo de mi papá. El hombre es como muy culto, me insistió un buen rato con un cuento muy lindo sobre la paz, pero lo único que yo quería era jugar y brincar.
Después de jugar y estresar un rato a David y a Miriam, llegó por fin la hora de la merienda (el algo). Mis papá prepararon carne desmechada, arepas, patacones y también hubo queso que me encanta. Para beber hicieron aguapanela fría con limón, y avena.
El que se ve a la derecha es Alvaro mi tio "metro" quien me ha enseñado a ir siempre muy conjuntado (desdpués les explico qué significa esto a mi familia colombiana), además fué un gran desvare (€) para papá y mamá. El caso es que Alvaro llegó tarde, venía de trabajar y como muy cansado porque él y yo fuimos los que mas comimos.
¡A que si Alvaro! Todo estaba delicioso.
Así pasamos una tarde muy agradable, y antes de que se fueran les regalamos una tarjeta de gratitud a cada uno de ellos, con una foto nuestra y con la dirección y números telefónicos de nuestra casa en Medellín donde esperamos volvernos a ver.
Gracias chicos por toda su compañía y apoyo durante estos tres años, siempre los llevaremos en el corazón. Hasta la próxima.
Simón.
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