jueves, 12 de julio de 2007

Visita a la Virgen de Loreto

Para todos los que se unieron en amor y fe a este viaje, gracias por acompañarme (de corazón) y hacer realidad uno de mis grandes sueños: Estar en la casa de la Virgen, en las mismas paredes que fueron testigo de la anunciación de la Virgen María, y donde mucho tiempo vivió la sagrada familia.


Aquí estoy con Luz Amalfi, amiga y parte de nuetsra familia Vallisetocolombiana, quien me acompañó en esta visita. Fué un viaje muy pesado, pues después de llegar a Milán nos tocó viajar 6 horas en tren para llegar a nuestro destino: Loreto, pero cualquier sacrificio era poco para tener el privilegio de estar allí.


Al llegar allí, se empieza a emocionar el corazón, no veía la hora de entrar en la basílica, no imaginan lo que sentí, fue una mezcla de sentimientos que no logro describir, o sí, si puedo describirlo, sentí plenamente a Dios en mi.



Esta es la Basílica Lauretana, al lado queda la sede principal de la comunidad Lauretana, allí hay un gran convento y una casa para sacerdotes.
Y en la foto de la derecha está la capilla de la Virgen, se ve muy poco porque solo está iluminada por velas, además no se podían tomar fotos, pero me robé esta. Al fondo está la original Virgen de Loreto que es muy diferente a la que conocemos en América, pues allí la vemos sobre una casita llevada por ángeles. Pero la real, tallada por el apostol San Lucas, es la que se conserva en esta santa casa. Es una Virgen negra y con un manto de fibra natural con adornos de oro. Es hermosa y muy diferente.


Aquí estoy apoyada en uno de los tres muros de esta capilla, el cuarto muro es el altar donde esta la Virgen. Es una habitación pequeña, no cabíamos todas las personas que asistimos a la misa, pero nadie me quitó mi puesto de primera y a todo el frente de la Virgen. Estos muros (exceptuando el altar) son los mismos donde vivió la Virgen María antes y después de su inmaculada concepción, a lo mejor mi espalda está tocando ahí alguna huella de ella o de su Divino Hijo.


En esta urna quedaron las cartas de todos aquellos que enviaron un saludo y peticiones a la Virgen, y por quienes pedí bendiciones especiales que ya se están manifestando. También se podían dejar fotos, yo no lo sabía, pero como siempre cargo las de mi familia, allí quedaron junto con la de mi cuñada Lina Marcela.




Ya después de la misa y el recorrido por la Basílica, fuimos a comprar algunos recuerdos que les llevo, y luego estuvimos dando una caminada por los alrededores.


Esta es una panorámica de Loreto, está al lado del mar, al fondo se ve su playa; es considerada la tierra de los girasoles ya que todo su paisaje está lleno de ellos, y cuenta la leyenda que estos nacieron allí como tributo de adoración a la casa del Señor, pues el girasol se considera la flor del sol y de la energía.


Y esta es una de esas fotos que desde aquí, lo hacen sentir a uno orgulloso de ser Colombiano. Lástima que sea de una multinacional. Esto es en una de las estaciones de tren en el trayecto Loreto Milán. ¡Te quiero Colombia y vuelvo a vos!

Y esta fue mi llegada a casa donde me esperaban mis dos hombres. El mayor me tenía de almuerzo unas hamburguesas deliciosas, y el pequeño se quería dormir con las pelotas que le traje de regalo, no las soltaba.

Y así terminó este viaje, lleno de fe, emociones y alegría.

Gracias a todos por permitirme ser su instrumento de comunicación con la Virgen, y mil bendiciones por el amor que profesan a la madrecita del cielo y de la tierra.

1 comentario:

linaperez dijo...

HOLA LIZ QUE BUENO QUE PUDISTE VER LA VIRGEN DE LORETO Y AGRADECERLE POR TODO LO QUE NOS HA DADO A CADA UNO.
MIL Y MIL GRACIAS POR HABER DEJADO MI FOTO Y DE ESA MANERA PODER AGRADECERLE A LA VIRGEN TANTAS MARAVILLAS QUE ME HA DADO.

MIL GRACIAS
LINA MARCELA